Francisco Martínez Bouzas publicou unha
recensión crítica, baixo o título «
Viajes a los mundos de la locura» sobre a edición de
Males de cabeza en castelán no seu blog
Peregrino de las letras.
VIAJES A LOS MUNDOS DE LA LOCURA
En su versión original gallega Males de cabeza significó
el retorno de Fran Alonso al territorio literario que le vio nacer como
creador, al margen de su trabajo en el periodismo de naturaleza
cultural. Males de cabeza se suma, en la trayectoria del escritor como narrador a títulos como Trailer ( 1991 ), Premio Blanco Amor de Novela, Cemiterio de elefantes ( 1994 ), Silencio ( 1995 ), O brillo dos elefantes ( 1999 ), Cartas de amor
( 2006 ). Títulos de un escritor todo terreno en lengua gallega a cuyo
perfil es preciso sumar sus obras poéticas y sus incursiones en el
reportaje periodístico.
En Males de cabeza
escuchamos la voz de un narrador singular e innovador dentro del
sistema literario gallego. En un reciente estudio sobre la narrativa
gallega de finales del siglo XX, se etiqueta a Fran Alonso como
visitante ocasional de lo que la autora considera narradores heterodoxos
metaficcionales que reniegan de las categorías narratologicas
fundamentales, como la del narrador o la del personaje. La misma
construcción de la novela, traducida al español por Faktoria K de
libros, fue atípica. El autor puso el texto en un portal de Internet a
disposición de los internautas
para que actuaran sobre el mismo. El mismo título del libro ya
proporciona indicios de su núcleo diegético. Sus páginas, en efecto, son
un muestrario de las incontables locuras a las que somos arrastrados
los seres humanos en tiempos y espacios muy propicios para la gestación
de desatinos. La idea central de la propuesta narrativa de Fran Alonso,
idea que actúa además como hilo conductor de la narración, no es otra que
la afirmación de que la demencia es un sombrero que se quita y se pone a
conveniencia de los habitantes del mundo exterior. El sombrero
permanece incrustado de forma permanente y definitiva en la cabeza de
los locos oficiales. Ellos constituyen los universos dementes que
nuestra sociedad, pudorosa y sanadora, esconde detrás de los muros, hoy
quizás de cristal, de los modernos manicomios. Es la locura de los
auténticos locos que el relato de Fran Alonso nos permite visitar,
guiados por un maestro de ceremonias muy común: un loco que se presenta
bajo las credenciales de gato, un gato triste y solitario. Desde el
periscopio de su demencia divisamos los territorios de las diversas
esquizofrenias, psicosis y paranoias.
En el recorrido encontramos de todo. En relatos muy breves que el autor rotula con el mismo título ( “La Locura
es un sombrero” ), el lector descubrirá el abanico polimorfo de las
distintas locuras con estatuto propio: los locos de la unidad de agudos
que se consideran perros, verdaderos bulldogs, aficionados compulsivos
del botín criminal. Los paranoicos que juzgan y ajustician a los demás
desde su baluarte alienado; los infieles neuróticos que patalean en ese
océano grasiento e inmenso que llamamos psiquiátrico; a los obsesos del
sexo, pequeños cánidos, moradores de las cavernas más profundas y
totalmente desquiciados por violar a los felinos. En fin… a aquellos que
ni siquiera saben quiénes son.
Pero
como la locura es un sombrero que, a conveniencia, se quita y se pone,
luce también en la cabeza de los habitantes del mundo exterior. En
veinte relatos de formato mayor, el autor nos muestra el mapa de las
locuras cotidianas, las llamadas demencias de baja intensidad. En la
actualidad nadie se libra de alguna de ellas. ¡Ni siquiera las vacas son
capaces de evitarlas! Es en la recreación literaria de estas locuras
cuotidianas donde Fran Alonso
luce sus armas de excelente narrador. El autor recrea ficcionalmente la
existencia humana con sus derrotas, sus viajes hacia la nada de la
demencia o hacia los interminables caminos de la angustia y del
infortunio diario. Son prosas extremas que basculan entre lo
carnavalesco y lo infinitamente humanos y en las que el autor luce sus
armas de excelente narrador. Historias esperpénticas, mordaces,
vitriólicas, estremecedoras, sumamente tiernas. De todo hay – los
modelos de las locuras cotidianas son infinitos – en este libro que se yergue sobre una estructura dicotómica, que le hace justicia a las dos modalidades de demencia que la novela detalla, y que recibe las influencias de la tradición literaria y cinematográfica comenzando por la intertextualidad con sus poemarios Tortillas para os obreiros y Pedramol e outros nervios.
Motivos recurrentes que ya aparecían e su primera novela: la soledad,
la incomunicación, el desengaño, la incomprensión y que en estos relatos
nos son servidos bajo la indumentaria de la locura.
Francisco Martínez Bouzas
Ningún comentario:
Publicar un comentario